¿Estresado o ansioso por el COVID-19?

Como una película de ciencia ficción marcada por contagios y muertes, el coronavirus ha cambiado radicalmente nuestra rutina de un modo jamás imaginado. De repente, hemos tenido que cambiar nuestros hábitos cotidianos, llevando una mascarilla en el rostro y guantes, desinfectando todo a nuestro alrededor y tomando distancia de familiares, amigos y conocidos por el temor a enfermar.

Ciertamente, la pandemia del COVID-19 no solo implica un riesgo latente para cualquiera, sino también una potencial fuente de estrés y ansiedad por el miedo a contraerlo.  Y si bien no todas las personas reaccionamos igual a un mismo estímulo, lo cierto es que el temor a esta enfermedad puede ser agobiante para muchos, al punto de afectarlos psicológicamente. 

¿Quiénes son más propensos al estrés?

Estamos hablando de ancianos, niños y adolescentes; personas con dolencias crónicas graves, médicos y personal sanitario en general que lidia de frente con el COVID-19 y, lógicamente, aquellos que de por sí padecen de enfermedades mentales, como ansiedad y depresión. A estos últimos se les recomienda continuar con su tratamiento y estar atentos al agravamiento de sus síntomas o a la aparición de una nueva sintomatología. 

Según expertos, la forma en que se responde a una pandemia como la del coronavirus también puede depender de los antecedentes de cada individuo, de los aspectos que lo diferencian de otros e, incluso, de la comunidad en la que vive.

Signos y síntomas a tomar en cuenta

Algunas personas pueden experimentar reacciones tan diversas como miedo y preocupación por su salud y la de sus familiares, cambios en los patrones de alimentación y sueño, dificultad para concentrarse, empeoramiento de sus problemas de salud, episodios de hipocondría y aumento del consumo de alcohol, tabaco y/o drogas, entre otras. 

Paralelamente, puede practicar nuevas rutinas, como, por ejemplo, descansar de las noticias y, en su lugar, ponerse a leer, escuchar música o realizar cualquier otra actividad de su agrado. También es aconsejable que cuide su cuerpo y su mente haciendo ejercicios o meditando, que consuma alimentos saludables, duerma lo suficiente y evite la ingestión de bebidas alcohólicas. 

Atención a los pequeños de casa

Si tiene niños pequeños o adolescentes, sepa que ellos reaccionan a partir de lo que ven. Si usted se muestra sereno y preparado para lidiar con la situación, ellos también estarán tranquilos, y viceversa.

Obviamente, no todos responden igual ante circunstancias de estrés. Preste atención si lloran o se irritan con frecuencia, si retoman antiguos comportamientos, si los ve tristes, si no comen o duermen normalmente, si no logran concentrarse o si manifiestan dolor de cabeza o en el cuerpo. 

No se corte: busque ayuda

Finalmente, si usted o alguien de su entorno familiar está experimentando tristeza, estrés, depresión o ansiedad a raíz del COVID-19, y requiere asistencia médica, no dude en llamar al 911. También puede comunicarse a estos números: 1-800-985-5990 y TTY 1-800-846-8517, o enviar TalkWithUs por mensaje de texto al número 66746