Si quieres vivir mucho tiempo en el mejor estado de salud posible, tienes que crear hábitos saludables, definitivamente. De nada vale quererlo y no hacerlo, o considerar que lo estás haciendo, cuando en realidad te estás autoengañando.
Aquí, la fuerza de voluntad desempeña un rol esencial. Tienes que armarte de una disciplina férrea que te impida flaquear ante cualquier tentación, siempre que no seas capaz de ponerte una medida. Ya sabes, un gusto se lo puede dar cualquiera un día, pero no todos los días.
Aparte de esos hábitos que te garantizarían un buen estado físico, también hay otros relacionados con tu salud mental, y a los que no deberás pasar por alto, obviamente.
Aprende a mejorar tu salud física
Para nadie es un secreto que el sobrepeso es un factor de riesgo de un sinnúmero de enfermedades, que el tabaquismo y el alcoholismo constituyen un severo problema y que el sedentarismo también es altamente perjudicial.
Partiendo de esas tesis científicamente comprobadas, y en aras de mantenerte saludable, sería bueno que introdujeras algunos cambios en tus costumbres cotidianas:
- Ingiere porciones pequeñas de alimentos (cinco o seis veces diarias) en vez de grandes cantidades en menos oportunidades.
- Come frutas y vegetales, sea en los desayunos o en las meriendas.
- Equilibra el consumo de proteínas en cada comida (si, por ejemplo, ingieres un bistec no tienes por qué comer legumbres, y viceversa).
- Aparta del menú los refrescos gaseosos y las bebidas demasiado azucaradas (en su lugar, bebe mucha agua y/o jugos naturales).
- Reduce los alimentos fritos y sustitúyelos por comidas a la plancha o al vapor.
- Disminuye o elimina el consumo de carbohidratos, sobre todo, de panes, pizzas y dulces.
- Come cereales, principalmente los ricos en fibra y bajos en azúcar.
- Elimina o disminuye el consumo de alcohol y tabaco.
- Practica ejercicios físicos regularmente (con que camines media hora o hagas un poco de bicicleta estática diariamente, estarás haciendo mucho por ti).
Aprende a mejorar tu salud mental
Si quieres permanecer sano, no es suficiente con no padecer de ninguna enfermedad: la tranquilidad mental es igualmente imprescindible, según la definición de salud esbozada por la Organización Mundial de la Salud.
Esto significa que debes estar alertas a las señales de algún problema psicológico, como el estrés y la depresión, fundamentalmente. En este sentido, hay ciertas pautas que podrían ayudarte mucho si las sigues a cabalidad:
- Aplica los consejos de arriba, pues para estar bien mentalmente, hay que estarlo físicamente.
- Aprende a detectar los signos y síntomas del estrés (o la depresión) para que tomes medidas de inmediato.
- No te preocupes de antemano por situaciones que están por venir o por aquellas que no tienen solución.
- Date tiempo para relajarte, sea practicando algún deporte, escuchando música, dándote un masaje o, sencillamente, respirando aire puro y escuchando el trino de los pajaritos en el parque más cercano.
- Marca tus prioridades, tanto a nivel doméstico como a escala laboral.
- Disfruta a tu familia: a tu pareja, tus hijos, tus padres y a todos los que tengas cerca.
- Llévate bien con tus amigos y aleja de ti sentimientos tan bajos como la envidia, la hipocresía y la competencia dañina (el bienestar social también es importante para tu salud mental).
Si te fijas, ninguno de esos hábitos o metas son inalcanzables. Todo está en que te lo propongas, pero en serio, como si en ello te fuera la vida, nunca mejor dicho.
